Cómo ser un buen tutor

El objetivo de este nuevo post es comentar qué cualidades creo que debe tener un buen tutor en relación con los otros profesores, con los alumnos y con los padres de los alumnos.

Primeramente, me gustaría recalcar que las cualidades para tratar con los alumnos no son excluyentes a la hora de tratar con otros profesores o padres. Si bien es cierto que el enfoque deberá ser necesariamente distinto, creo que un buen tutor debe:

Ser empático: es importante saber ponerse en la piel del otro y comprender que la el origen de problemas de rendimiento o de comportamiento de un alumno pueden deberse a causas no tan académicas. También es importante ser empático con los padres de los alumnos y entender que solo quieren lo mejor para sus hijos, aunque a veces pueda parecer que buscan ponerle trabas y cuestionar el trabajo del profesor. De la misma manera, es importante empatizar con nuestros compañeros de trabajo para fomentar un buen ambiente en el centro y poder trabajar todos en la misma dirección. 

Tener gran capacidad de escucha: bastante ligada con la anterior. Es esencial abandonar juicios y valoraciones previas y atender a qué necesitan de nosotros en ese momento, ya sea un progenitor, un estudiante o un compañero. 

Estar informado: es importante conocer los aspectos de organización y funcionamiento del centro para tener a los padres informados, al igual que a los alumnos, y para fomentar la cooperación entre todos los profesores. Otro aspecto en el que hay que estar informados es en temas de actualidad que puedan ser relevantes para nuestros alumnos (la problemática del bullying, el papel que juegan las redes sociales en el desarrollo de los adolescentes, etc.)

Ser una persona sincera: creo que, a pesar de que es importante motivar a los alumnos y esperar lo mejor de ellos, es también esencial saber que generar falsas expectativas es injusto y puede llegar a ser contraproducente. En cambio, me parece más interesante ser flexible con las exigencias que un tutor pone sobre sus tutorandos y ser capaz de adaptarlas a sus aptitudes y actitudes.

Tener buenas dotes de comunicación: (aunque esto tal vez sea una habilidad que cualquier persona en cualquier ámbito o profesión deberíamos tener). A veces, cómo comuniques tus deseos o necesidades a tus alumnos puede garantizarte el éxito. Igualmente, la manera en la que le comuniques malas noticias a un padre acerca del progreso escolar de su hijo puede marcar la diferencia en cómo este padre lo afronte y cómo responda a tu intervención. 

También considero que el tutor debe ser una persona que despierte cercanía a padres y alumnos y que no sientan que es inaccesible o está desinteresado.

Ante los problemas y desazones que puedan surgir, es necesario que sea alguien resiliente y trabajador.

Estas son diez cualidades que yo creo que debe tener un tutor. Seguro que me he dejado alguna muy importante en el tintero, así que no dudéis en dejar un comentario con vuestra opinión.